jueves, 19 de agosto de 2010

La Casa de La Tradición



Es una pena que poco a poco Lima se esté quedando sin lugares que hicieron de su pasado, una historia feliz. Tal es el caso de "La Casa de la Tradición", ubicada en la avenida Salaverry. Ésta fue una mansión edificada por el doctor Cesar Revoredo Martinez y la cual tenia un especial valor artístico que guardaba todo el estilo Neo colonial de la lima antigua. Lo que podremos mostrarles a continuación son imagenes del "ántes" y el "despues" de cómo quedó tan bello espacio que pudo ser, tranquilamente, un atractivo turistico y quien sabe, con la tecnología y modernidad de ahora, un precioso centro cultural.



La Casa de la Tradición se inaugura en Enero de 1960 con una grandiosa fiesta la cual reunió a distinguidas autoridades de la época. Las fotos aqui presentadas, gracias al archivo de la revista LIFE nos ilustran con mas detalle dicha actividad. La Casa de la Tradicion reunía una sintesis de arte, arquitectura y espiritu peruanista, la cual podiamos ver tanto en el exterior como en su interior. En su fachada encontrabamos un hermoso balcón tallado que, según se cuenta, fue rescatado de una antigua casona limeña demolida que data del siglo XVIII. Asi mismo, el patio central de la casa fue una recreación de la plaza de armas de antaño como lo muestran las fotografías. Balcones, farolitos, un carruaje y una muy buena réplica de la Catedral de Lima.

Lo que era la Casa de la Tradición (Fotos: Archivo LIFE)

Triste destino de la Casa de la Tradición ahora (Fotos: Archivo Coco Galvez)



Desde este espacio solo nos queda hacer reflexionar a las autoridades para que esta persecución o cacería de espacios públicos, casonas antiguas y demás lugares históricos no termine siendo presa de la mal llamada modernidad y el poder del dinero capaz de comprarlo todo.

Fotos:
Archivo Revista Life
Archivo Coco Galvez

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué ha sucedido a esa casa es gran crimen. ¿Cómo podrían? Que lástima.

Unknown dijo...

Solo los que la destruyen saben el por que lo hacen. Pero solo queda decir que si lo hacen no necesitan decir nada puesto que su ignorancia se refleja.

Si este tipo de casonas tan hermosas es un estorbo para muchos deberian de hacer como en muchos otros paises: DONARLAS-REGALARLAS a alguien que realmente esta dispuesto a reconstruirla para preservar la historia de un pais que fue y nunca mas sera.
No dejan nada para nuestro futuro estos ignorantes. Que lastima!

Marcos Vásquez Mazzotti dijo...

Muy estimado señor Vladimir, me atrevo a escribirle, pues por el momento no me es posible comentar en su blog, sin embargo lo he disfrutado a rabiar. Como limeño y peruano le agradezco por la labor de rescatar y valorar nuestra identidad.
He leído con profunda consternación su post acerca de la demolición de la Casa de la Tradición en San Isidro. La tristeza que he experimentado me ha llevado a reflexionar muchas cosas.
Es triste reconocer que somos pocos quienes tenemos el privilegio de poder experimentar la tristeza que esto significa. Y digo privilegio porque el perfil que lamentablemente nuestra niñez afronta, de una superficialidad pasmosa, me hace dudar que la siguiente generación reconozca algo del valor que tuvo el pasado de Lima.
Soy limeño, tengo 29 años, y he pasado algunas veces por la fachada de esta casa, no conocía de las joyas que tenía dentro.
He estado revisando foros y páginas sobre el hecho y es lamentable que los medios de comunicación tradicionales no se hayan hecho mucho eco de la noticia.
En alguno leí una teoría de una sistemática eliminación de todo lo que recuerde la identidad de Lima.
No sería extraño que un indigenismo y un nacionalismo mal entendido, así como concepciones racistas de la patria puedan promover estas percepciones. O en todo caso dejar que sucedan con indiferentismo.
Pienso que en una nación pluricultural como nosotros, no puede darse la espalda a ningún elemento de la misma.
Ha sido cruel para mí conocer que esta casa, por la que pase más de una vez, haya tenido una historia y una riqueza cultural ( de boato, despilfarro, huachafería, pero historia al fin, ¡nuestra historia!) al interior, con una imitación de la Plaza de Armas que revela el amor por Lima, y enterarme con dolor que ya no estará más.
Que nuestra historia no significa nada.
Las vivencias, la originalidad, no por ser patrimonio histórico, no por ser un monumento nacional - que no era ninguno de ambos- son riqueza, esas vivencias, esa historia, cotidiana, no oficial, ese amor a la ciudad es historia, es nuestra identidad.
Atesoremos la pena, porque la pena nos hace diferentes a la multitud indolente. Porque tenemos el privilegio de conmovernos por lo que ya no está y no será recordado.
Gracias por su blog que lo he disfrutado sobremanera.

Un abrazo

Unknown dijo...

NO puedo creer que la constructora haya tenido tanta valentia como para cometer una salvajada tan grande como la que acaba de suceder. Y lo peor de todo es que los medios no informaron para nada previo a la demolicion (o al menos no le llego). Viendo las ultimas fotos me dio pena como quedo, pero bueno con la esperanza de arreglar y levantarlo, pero al enterarme que todo esto ya es polvo y que no hay por ir atras del tiempo me indigno totalmente la falta de preocupacion de las autoridades por estos tesoros arquitectonicos que ahora solo nos queda verlo por foto. Ni si quiera volverlo museo o incluso un restaurante.

Anónimo dijo...

Que lamentable lo sucedido con la Casa de la Tradicion, como pueden haber personas q no valoran la historia, por mi familia Revoredo y luego de indagar constatamos q los responsables de esto son Diego Moreyra y su esposa las cuales con otras personas vendieron la propiedad para beneficio personal, no cumpliendo el legado de mi tio Cesar y su esposa Juanita es una pena realmente !!!

Anónimo dijo...

Qué pena que hayan tumbado una casa tan bonita. recuerdo que la conocí por dentro por una enamorada hace años que era familia de los dueños que en esos años era una señora adulta mayor... Era realmente Mostra por dentro y el patio y tenía su sotaano embrujada...
En el patio hicieron una iglesia y dos edificios a los que podías entrar adentro y esconderse. Alucinante... Pero ya para esos años inicios de los 90 ya no daban buen mantto..y ya me imagino cómo sería después....Asies la vida hay que dar paso al cambio. Los cambios son buenos.

Anónimo dijo...

Una casa tan hermosa,Lima es bella,que pena